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Programa ACU Escuela LAB

NATURALEZA

El Programa “ACU” Escuela Lab, perteneciente al Centro de Investigación y Desarrollo (I+D) “Thomas Willis”, y FUNANCOL. Dentro del área de ciencia de la educación, enmarcada en la línea de investigación de Neuroeducación: Aplicaciones del Conocimiento Cerebral para Mejorar las Prácticas Educativas. El programa se centra en potenciar el aprendizaje, especialmente en el ámbito de la lectoescritura y las áreas del lenguaje, con el firme propósito de optimizar las estrategias educativas a partir del entendimiento profundo de cómo el cerebro interviene en los procesos de aprendizaje.

La integración de la neuroeducación en la labor educativa es fundamental, ya que proporciona un conocimiento profundo acerca de cómo se desarrollan los procesos de aprendizaje en el cerebro, lo que a su vez permite transformar y optimizar las estrategias educativas. El Programa “ACU” Escuela Lab, combina la Neuroeducación con elementos clave como las artes y el juego, reconociendo su papel importante en el desarrollo cognitivo, emocional y lingüístico de los niños y niñas.

Proceso de Implementación:     Para llevar a cabo este proceso, es importante implementar un protocolo riguroso que garantice el cumplimiento eficaz del objetivo principal.

1. Evaluación e Identificación: En esta etapa inicial, la evaluación cobra un papel fundamental, ya que nos permite comprender las necesidades específicas de cada niño o niña. Esto implica la identificación de perfiles académicos, la detección de riesgos ambientales o biológicos, así como las habilidades cognitivas y emocionales de cada individuo. Al utilizar técnicas investigativas rigurosas, como pruebas estandarizadas, observaciones y evaluaciones psicopedagógicas, se logra obtener un conocimiento profundo de cada estudiante, lo que a su vez facilita la creación de un plan de intervención educativa personalizado.

2. Estrategias de intervención

Metodología
La integración del arte y el juego como herramientas pedagógicas fundamentales va más allá de la diversión. Estos elementos introducen una dimensión creativa en el proceso educativo, fomentando la imaginación, la expresión artística y la resolución de problemas de una manera innovadora. La inclusión de actividades artísticas y lúdicas en el currículo no solo enriquece el ambiente de aprendizaje, sino que también estimula la participación activa de los niños y niñas, promoviendo un aprendizaje más dinámico y atractivo.

Neurociencia y Neuroeducación
Al incorporar los conceptos de la neurociencia y la neuroeducación como disciplina central en nuestro enfoque educativo, abrimos la puerta a una comprensión más profunda del funcionamiento cerebral en el proceso de enseñanza y aprendizaje. La integración de este conocimiento neurocientífico nos permite diseñar estrategias pedagógicas respaldadas por evidencia, lo que optimiza la eficacia de las prácticas educativas al comprender cómo el cerebro procesa, retiene y utiliza la información.

Acompañamiento Individual o Acompañamiento Grupal

La intervención personalizada o grupal dependerá de la evaluación o tamizaje, ya que este instrumento permite identificar qué tipo de acompañamiento necesita el niño. Esta etapa es Determinante para realizar las estrategias idóneas que ayudaran a desarrollar correctamente las habilidades de uno de los pequeños

3.Alfabetización Para Padres, Cuidadores y Representantes legales de niños y niñas, En Fundamentos de la Neurociencia y La Neuroeducación para potencializar el mejoramiento de las habilidades de la lectoescritura y del lenguaje, que perduren en el hogar.

La neurociencia y neuroeducación son conceptos fundamentales que todo padre y cuidador debe equiparse, esto hace que se permitan crear entorno propicio para al desarrollo integral de los niños. Conocer de este enfoque no solo fortalece el rol educativo de los padres y cuidadores, sino que también estimula el desarrollo cognitivo, emocional y lingüístico de los pequeños.

La participación activa de la comunidad de acudientes que incluye a padres y cuidadores en el proceso educativo se traduce en un vínculo afectivo clave para el desarrollo saludable de las habilidades de lectoescritura y lenguaje. Investigaciones en neurociencia han demostrado que los niños que experimentan un entorno emocionalmente seguro son más propensos a desarrollar habilidades cognitivas robustas. Por lo tanto, al entender la conexión entre el ambiente familiar y el aprendizaje, los padres, cuidadores o acudientes pueden actuar de manera más efectiva en el apoyo a sus niños.

La comprensión de las neurociencias y la neuroeducación empodera a esta comunidad, permitiéndoles observar y analizar de manera continua el desarrollo del niño o niña, brindándole la capacidad de detectar signos tempranos que puedan indicar dificultades del neurodesarrollo, facilitando la toma de decisiones informadas. La búsqueda de orientación profesional en etapas tempranas puede ser decisiva para las batallas académicas posteriores, estar bien informados permite a los acudientes y cuidadores de niños actuar proactivamente en un lugar de circunstancias reactivas.

Además, el conocimiento en neuroeducación ofrece a la comunidad de padres, cuidadores o acudientes tener una visión más profunda de cómo se producen los aprendizajes. Esto incluye el entendimiento de cómo las emociones y el contexto afectan el proceso de aprendizaje. Al integrar conceptos psicológicos y neurociencia, se adquieren herramientas que les permiten abordar los retos de la crianza de manera más efectiva y responsable. Esto mitigará, en gran medida, la probabilidad de fracaso escolar y la frustración relacionada con la adquisición de habilidades de lectoescritura, previniendo que estas experiencias se conviertan en situaciones traumáticas.

Este enfoque contribuye a crear hogares sanos que fomenten la felicidad y el bienestar emocional de los niños. La alfabetización en neurociencia y neuroeducación para el mejoramiento de las habilidades de la lecto escritura no solo provee un marco para entender y apoyar los procesos de aprendizaje en las áreas de lenguaje, sino que también les equipa para manejar situaciones desafiantes, promoviendo una comunicación abierta que respete el ritmo de desarrollo de cada niño. Así, se crea un ecosistema educativo en el hogar que no solo beneficia las habilidades de lectoescritura y lenguaje, sino que también prepara a los niños para enfrentar los desafíos del futuro.